Clint Eastwood nos pone a reflexionar que la muerte no solamente consiste en dejar de respirar, sino también en perder personas queridas y habilidades corporales-mentales. Se desnuda la vida de tres personajes que experimentan, a su forma, los efectos de la muerte: George Lonegan, Marie LeLay y Marcus.
El primero cuenta con visiones extrahumanas, permitiéndole ver a las personas muertas, esto le crea una fama de psíquico; él pretende renunciar a su 'don' ya que no quiere que le afecte en sus relaciones sociales y de pareja; al respecto menciona que: "No es un Don, es una maldición".
El segundo personaje es una chica que da noticias en la televisión pero que a través de un golpe que sufre en la cabeza, pierde muchas habilidades de concentración y de lingüística, todos sus compañeros de trabajo y su 'galán' la 'extrañan' porque ya no es la misma, esto le trae como consecuencia muchas pérdidas.
El último personaje es Marcus, un chico que pierde a su hermano gemelo con tan sólo 10 años de edad, su ambiente familiar está rodeado de una madre adicta a los narcóticos y deudas. No tiene padre ni más personas que cuiden de él más que su hermano, que al morir, le provoca una inestabilidad mental-emocional, cambiando y dándole un giro radical a su estilo de vida.
Una película interesante, donde se tocan temas como: desastres naturales; muertes en masa; visiones extrahumanas; alcoholismo; encubrimiento de los padres, narcóticos; abuso de adolecentes a niños pequeños; renuncia de 'dones'; perdida de seres queridos; Google, YouTube y el internet como fuente de información; sustituciones enmascaradas en el trabajo y la frialdad humana en los medios televisivos.
Marcus buscando en Internet a un psíquico. |
Las tres frases que más me gustaron de la película son:
"No es un Don, es una maldición"
"No puedes estar huyendo toda tu vida"
"La muerte no es el fin, es sólo el inicio"
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