Es la incapacidad de no poder ayudar, ver sufrir aquella persona que tienes a tu lado, la frustración de no poder apoyar, se quintuplica cuando es un ser querido. Cómo le hacen los padres al ver a sus niños enfermos hasta el alma, cuando ves a tus padres sufrir de la agonía de las respuestas naturales de la vejez o tener a tu lado a tu pareja y verla(o) sufrir.
Es lo peor que uno pueda explicar, tener en los lazos de vinculación un cáncer que se duplica en el otro, y que al mismo tiempo no solo causa estragos en la persona, sino que también causa daño psicológico en tu ser.
Quizás el proceso de la enfermedad por dos etapas, la primera se basa en no ver sufrir a tu ser querido, donde haces lo posible para ayudar a sanar, cuando crees que puede regresar a la salud inmediatamente; la segunda es cuando tu razón no comprende por que la enfermedad no se va, cuando crees que no puedes hacer nada, cuando las medicinas no hacen nada, tu lógica desaparece y sólo te queda ver y esperar un 'milagro'; es aquí cuando te encomiendas a Dios, cuando aparece la Fe diciendo: las cosas saldrán bien.
La agonía de ver sufrir a un ser querido |
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