Visito menos las bibliotecas, eso se extraña; momentos de embeleso puro, de contacto puro con las letras e ideas de grandes autores, donde no existe algún compromiso más que tu placer por la lectura y la reflexión. Creo es como un gimnasio cerebral, ejercitas tu mente y la entrenas para tener mayor lucides. Dejas de hacerlo y debes buscar la manera de equiparar la actividad; algunos lo hacen platicando con mucha gente, enterandote de lo que pasa con otras personas y socializando, otros lo hacemos leyendo o escribiendo, otros jugando videojuegos o haciendo labores escolares u hogareños: hay de todo para ejercitar la mente.
En fin, las cosas están así: extraño ir a la biblioteca para leer literatura universal/clásica, pero a cambio de no ir, tengo una tesis casi acabada.
Cambiamos unas cosas por otras, no se puede tener todo en la vida.
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