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sábado, 30 de abril de 2011

Cuando quieres y no puedes

La intención siempre está, querer escribir siempre me corre en mis venas, pero sucede que al igual que la gripe y el no dormir, son dos armas letales a mi alma, estas dos no me dejan ver con claridad los pensamientos y acciones de mi día.

En estas ocasiones existe la voluntad de realizarlo, pero es ajeno a ti tener la capacidad de establecer lo que deseas. Cuando estoy enfermo de gripe mi vida se convierte en un caos, no tengo ganas de pensar ni de vivir, de verdad, no tengo ganas de vivir con una gripe. Similar cuando no he dormido lo suficiente (hablo de 4 horas) no puedo pensar con claridad, la viveza de los pensamientos se ve en el telón con la cortina abajo y lo único que mi cerebro dice es: cerrar ojos.

Hoy hago honor a la premisa: cuando quieres y no puedes. Y no es que no puedas por capacidad, si no por la falta de energía. Muchas personas van caminando día a día en toda la ciudad con intenciones, pero debido a muchos motivos, se ven distorsionados en sus acciones y metas diarias.

Distorsiones

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