El día de ayer acudí al Museo de Historia Natural en Chapultepec, México DF. Y sabes, es una rica sensación saber que no sé mucho, al entrar y recorrer sus salas me doy cuenta de tantos conceptos que ignoro. La diversidad de vida que existe en nuestro mundo, el reino mónera, protista, fungí, vegetal y animal. Teorías que dan explicación a nuestra existencia en este universo. El largo recorrido que ha sufrido el dióxido de carbono, CO2 en la atmosfera de la tierra. Formulas matemáticas que relacionan la energía, la masa y el tiempo: derivadas, integradas, sumatorias complejas. El ADN y todos sus elementos que lo componen.
Maqueta del Ácido desoxirribonucleico localizada en el museo de Historia Natural, México DF. |
Me he dado cuenta que acudir a un museo es una forma de motivación a seguir aprendiendo, relacionar cosas que alguna vez estudiaste en la escuela primaria, secundaria o preparatoria pero que en ese entonces no te llamaba la atención, eras un pequeño que le interesaban los videojuegos, el futbol, las caricaturas, las modas y toda aquella vida propia de un niño-puberto-adolecente.
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