Así es, todos vamos en la calle y nos relacionamos con las personas sin darnos cuenta de que "el pez por su propia boca muere". En algunas situaciones somos incapaces de reconocer nuestros propios errores y caemos siempre con la misma piedra.
¿Hasta cuándo dejaré de contradecir lo que pienso contra lo que hago?, toda mi vida está llena de conjeturas incorrectamente elaboradas, creyendo hacer siempre lo correcto; la vida, conforme avanza me demuestra que aún no soy integro en mis pensamientos-acciones.
Es por eso que el día de hoy, le hago un honor y le doy un aplauso a todas las contradicciones que se asientan en mi vida; las quiero porque ellas me hacen humano y me hacen ver que siempre hay un gran margen de enorme mejoramiento.
El pez por su propia boca muere. |
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