Aquella persona que se ha confeccionado en el verdadero amor no teme a nada, no tiene miedo al rechazo ni a la burla, no deseas el mal del otro, aprende a querer con imperfecciones, no pide nada a cambio, todo lo que da, es incondicional, jamás un "te di ahora, tú me debes dar": el verdadero amor es ejemplar y se sobre pone ante todos los males.
Cuando aprendes este arte descubres a amarte a ti mismo, a tu prójimo, a tu aliado y a tu enemigo. Los complejos se van por el borde al igual que los temores a cualquier cosa, cualquier cosa; estás en las manos del amor y el amor lo puede todo, este amor es llamado: el amor genuino.
Amor |
Algunas cosas tienen que ser así de simples.
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